TIERRA DE MAGIA
Caratula
Ilustración: Ruinas del Fuerte San
Vicente en Nirgua, estado Yaracuy.
Técnica: Plumilla
Autor: Angel Montilla
Licenciado en Letras, mención Historia
del Arte.
Profesor a dedicación exclusiva de
Arte Medieval en el departamento de Historia del Arte de la Universidad de Los
Andes.
Nirgua…
Tierra de Magia
Maigualida
Pérez
Una
puerta en el tiempo
Acercamiento
al libro “Nirgua…Tierra de Magia”
El municipio Nirgua representa el
lugar donde vuelvo con mis ancestros, es el
espacio donde cobran vida los relatos que mi abuela Estéfana solía
contarnos sentada en su hamaca y mientras ella detallaba sus vivencias,
el tiempo se paralizaba, nosotros en silencio degustábamos cada unas de sus
palabras.. Oír como ella describía “Las cumbres”, es decir, el
sitio donde ella había nacido en esta municipalidad, era realmente
encantador, yo sentía que podía caminar por esas montañas, ver su casita en la
cima y oler aquellos pastizales. Quizás por esas razones
siempre le he manifestado a mis amigos que visitar Nirgua es abrir una
puerta en el tiempo, es volar con las alas de imaginación a
un pasado reciente donde se realza el heroísmo, la tradición y la
resistencia de nuestros aborígenes los Indios Jiraharas-Ayamán .
Al comenzar la lectura
de “Nirgua…Tierra de Magia” de la escritora
amiga Maigualida Pérez, me reencontré con un pueblo lleno de memorias,
las mismas que tanto adoraba exponer a mi abuela, en sus párrafos se
respira un aire que evoca las costumbres de nuestras provincias, sus coloridas
montañas y sus calles empedradas bañadas de siglos. Este libro nos presenta una
visión romántica, enigmática y ecológica del municipio. En este mismo
orden de ideas, en el siguiente párrafo del texto Tratado de
Coche observamos lo planteado:
“ Las montañas que
rodean a Nirgua, con la luz del atardecer
de aquel día estelar, hacían galas
del café como una novia toda vestida de blanco, hermosa y
virginal que espera al pie del altar,
distante y misteriosa; ansiosa y
callada ante el bramido bajo del
río que viene saltarín y cristalino cubierto por capas
delgadas de espuma blanca que se evaporan en el curso
del mismo.”
Como quien logra ver a través del tiempo,
cual sacerdotisa la narradora nos transporta en la historia al punto de casi
palpar los lugares y situaciones que describe en sus crónicas. Sus líneas
nos sumergen en un realismo mágico que abarca desde la construcción
del Fuerte San Vicente, pasando por el grito de libertad del
Negro Miguel, el rey de Buría; hasta la hermosa leyenda de nuestra
Diosa madre, La reina María Lionza. En este sentido las palabras del
escritor Earle Herrera nos refiere: “Desde épocas remotas, ya por
vía oral o escrita, el hombre va dejando testimonios de su paso por el mundo,
gracias a los cuales se conoce el pasado y se explica el presente”. Tal
vez bajo esta óptica la autora nos presenta este trabajo impregnado de luz, que
como reseña Herrera deja huella más allá del papel y florece en el alma,
muestra de ello lo observamos con el siguiente relato titulado MaríaLionza:
“Cuenta la leyenda,
que la diosa de la selva antes de
entregarse al español, prefirió escapar y desde los
altos de la zona de Los Madrileños, internándose
por el cerro del Picacho bajó por los caminos entre la Palma
y los Cogollos hacia Chivacoa y perdió
su rastro -desesperada- en la montaña
de Sorte, llena de tesoros naturales
donde se oía su canto triste y lánguido
por las tardes. Dicen que el
Español enamorado la buscó durante el
tiempo que le quedo de vida. Perdiendo la razón; la oía
cantar y hablar con los animales del
monte.”
Al pasearnos por “Nirgua… Tierra
de Magia” descubrimos el sortilegio que
envuelve a un municipio, de igual manera sus páginas colmadas de vida son
un aporte a la autoconciencia y autoestima de una sociedad ya que
reivindica a personas o grupos sociales que generalmente han
sido excluidos de la historia oficial. En tal sentido, en esta
publicación disfrutamos del patrimonio cultural de una ciudad
a través de la visión lírica de la autora, acción esta que nos permite
percibir el compromiso social que posee Maigualida Pérez con la tierra que se
grabó en sus sentidos como los petroglifos en las piedras del tiempo. Este
hecho lo podemos constatar en las líneas “Nirgua… Tierra de Magia” texto
que presta su nombre a este libro:
“En la intimidad de la montaña, circundada por
quebradas y planicies, sus cuerpos
danzan ataviados de la
jerarquía que les otorgan sus
hermanos y en la piedra dejan la huella
indeleble de su histórico paso por
esta tierra llena de bondades y
belleza que es Nirgua: Nirva del Callao; Nirua la del Prado!”
David Figueroa González
Tratado de Coche
…Todos esos hombres a caballo, con sus uniformes se imponían por encima del
sudor y la polvareda. Las botas de los militares eran de cuero y aunque la tierra heroica
las cubría, resplandecían con la luz del camino y las esperanzas de los que parieron
la patria grande a caballo… En el calor de aquel día de mayo en que se juntaron los
hombres de gobierno en la casa grande de los Ojeda, frente a la plaza, se detuvo
el tiempo cuando Guzmán Blanco, procedente de Yaritagua y rumbo a la capital
se hospedo allí con la encomienda de ratificar el tratado donde el general Páez
entregaría la presidencia al general Falcón. El movimiento de los habitantes del
pueblo se concentró en la plaza preguntando que ocurría; porqué esos forasteros
místicos de quien sabe donde llegaron y preguntándose ¿Quien es ese musiú que
entró allí y a qué?
Las nativas miraban por las hendijas de las ventanas y los humildes hombres
del lugar miraban atónitos y confundidos el episodio que desencadenaría nuevos
derroteros para la patria.
Desde
afuera, en la iglesia, alguien trataba de escuchar lo
que adentro ocurría:
Los hombres discutían la pacificación del país celebrando un convenio…
Repetía:
1º Se convocara una Asamblea para el trigésimo día después de canjeada la
ratificación de éste convenio, o para antes, si fuese posible reunir el quorum
correspondiente.
2º Esta Asamblea constará de ochenta miembros elegidos, la mitad por el Jefe
Supremo de la República, y la otra mitad por el Presidente Provisorio de la Federación.
3º En el instante de reunirse la Asamblea el Jefe Supremo entregará a ésta el mando
de la República.
4º El primer acto de la Asamblea será el nombramiento del gobierno que ha de
presidir la República mientras ésta se organiza.
5º Desde los días próximos a la reunión de la Asamblea, la ciudad de Valencia
No tendrá más guarnición que una pequeña fuerza para cuidar del orden público,
la mitad destinada por el Jefe Supremo, la otra mitad por el Presidente Provisorio
de la Federación.
6º Cesan completamente las hostilidades, y no se puede ordenar ningún movimiento
de tropas, ni reclutamiento, ni nada que indique preparativos de guerra.
7º Así, el General Páez como el General Falcón emplearán sus respectivos
ascendientes en calmar las pasiones agitadas por la guerra, y en que la situación que va
a sobrevenir sea tan pacífica, libre y durable como la necesita la Patria para reponerse
de sus quebrantos…
…Los pobladores, en
su mayoría, no
entendían que estaba diciendo
aquel perico
desatinado que hablaba en otro idioma y sonreían ocultando sus caras tras sus burros
y bastimento. Hombres del pueblo, mitad indígenas, mitad mestizos: zambos, que
sólo veían en los Señores al extraño que se apoderó de sus tierras y sus vidas
de forma brutal y despiadada; Señores que les robaron a sus mujeres y las preñaron
en actos de violencia cuatrocientos años atrás sin la menor compasión por
las descendencias, perdiendo así, la pureza de su raza.
Mientras los hombres continuaban
discutiendo, sentados muchos y
de pié algunos
entorno a una mesa grande en la casa colonial que colindaba con la iglesia a su
izquierda, y que por 1 día fue el centro de la vida republicana, en la plaza del pueblo,
sentado y meditabundo, un individuo con aspecto de entendido y sabio, observaba el
movimiento de aquel día que se acercaba a su final. El sol sobre las tejas daban
una tonalidad naranja al espectro, mientras un olor a orquídeas perfumaba la plaza y
el centro del pueblo con sus calles empedradas, calles que aún a mediados del siglo
XX continuaban guardando su apariencia de ingenuidad propia de la provincia. Las
montañas que rodean a Nirgua, con la luz del atardecer de aquel día estelar, hacían
galas del café como una novia toda vestida de blanco, hermosa y virginal que espera
al pie del altar, distante y misteriosa; ansiosa y callada ante el bramido bajo del
río que viene saltarín y cristalino cubierto por capas delgadas de espuma blanca que
se evaporan en el curso del mismo.
Fue ese bramido discreto el que le hizo atrapar en el recuerdo, cuando en 1.551(…) el
teniente Juan Bautista Veintemilla, hacia arrastrar desde el río Buría, las piedras y
ladrillos para construir un fuerte en la montaña adentro (12kms arriba) para tener un
cuartel con subterráneos y donde Diego de Lozada pernoctó una noche de 1.560,
pero esa, es otra historia…
San Vicente
...En el silencio de la tarde, la polvareda del camino penetra las fosas nasales
dejando una tos seca que cosquillea en los oídos. Los vehículos rústicos que suben
y bajan a un costado de la construcción, no se detienen a observar. Es un viaje
más; es rutina. ¡Es trabajo!
La neblina, como algodón azucarado, se desvanece mientras la mirada, atraviesa la
densidad del fenómeno por donde se cuelan imágenes y sonidos que emergen de
la tierra escondida en el tiempo, he impone el silencio de los viajeros que hacen
un alto para contemplar la majestuosidad de “San Vicente”.
Ante tanto misterio, avanzan al interior de la estructura, pensando en los bichos
rastreros que se esconden en la maleza y que integran el conjunto, internándose
por los
túneles que se desplazan
en un recorrido fantástico hasta
otro extremo de
la montaña… hacia la profundidad en la historia.
El golpeteo de herramientas contra la piedra y la tierra hacen la atmósfera marrón,
seca y calurosa. Los zambos, brillantes por el esfuerzo que requería el trabajo, goteaban
sudorosos y agotados…
¡…Trabajad,
inútiles!... ¡Trabajad!
Con la amenaza del látigo y los mosquetes, estos, no tenían más que hacer sino fabricar
ladrillos de
adobe y arrastrar piedras
cuesta arriba,
hasta alcanzar, en La Montañita, el lugar destacado por el teniente Juan Bautista
Veintemilla para construir El Fuerte Real Minas de Buría, el único fuerte tierra
adentro de toda América… y ubicado cerca de Santa Ana de Alquiza que era el
camino real a Caracas…
… Inútiles negros… Indios mal olientes, ¡Trabajad!
La historia emergía fiel y cruda. Los españoles dirigían la obra maestra de
ingeniería, una fortaleza para cuidar los caminos, las riquezas allí almacenadas y
acuartelar a los enemigos que no serían otros que los verdaderos dueños de la tierra:
Los Indios Jiraharas-Ayamán que ante el atropello del invasor europeo se mimetizaban
para así obstaculizar los asentamientos.
La construcción se eleva hasta el cielo con sus pilares imponentes y el mirador
alcanza los sueños que llevaron a una lucha que tomo casi 100 años a los
conquistadores para consolidar la fundación. En lo profundo de la tierra y en las
paredes del fuerte dejaron las muestras de luchas sangrientas, manifestaciones artísticas
que dan fe de su existencia, de su organización social y la belleza mítica de sus
paisajes.
Cuenta la historia que por los años 1.566?(...) cuando Don Diego de Lozada iba
a fundar Caracas, se detuvo cansado del viaje proveniente de la Provincia de
Barquisimeto y pernoctó allí, en el poblado que estaba al pie del “Fuerte Real de
San Juan de Buría” con sus tropas y en gesto de bienvenida, el gobernador de la
provincia: Pedro Ponce, ofreció una corrida de toros, la primera efectuada en tierras
de Nueva Jerez del Rey, donde los animales fueron expuesto en la manifestación
taurina, tradicional del viejo continente y entre Pases de Capote y Muleta comienza el
matador…
…En un gesto de admiración
saludan al toro que sale a la arena, cabecea
los tableros, atento a los movimientos del peonaje, embiste a la capa con
nobleza. Dándole el pecho al animal, el torero hace giros suaves con el cuerpo,
luciendo la muleta en la mano izquierda y sujeta en la derecha la espada…
Como en una vieja danza
colonial, la vida del animal esta en
las manos del matador
que lo seduce con el filo de su espada amenazadora y disimula el dolor con su capote
oscuro y elegante…
...En derechura
al toro, apoya en la
cadera la espada
y adelanta con
suavidad la pierna de ese lado; lo atrae, curvando su trayectoria en un pase
natural que prepara al animal para amansarlo…
Los espectadores celebran el acto con expresiones de aprobación que no alerten al
toro de su destino…
…Bajando
la mano, remata atrás, a su espalda y acompaña el recorrido
del
cuerpo de la res…
Exclamaba Don
Diego maravillado por
la exposición taurina
en aquel marco
embriagador y el alcance visual del terreno desde la altura en las montañas de
Nirgua…
…La
estocada final, penetra
hasta la empuñadura del cuerpo del bovino: En
la cruz, dándole el remate lógico a la suerte del animal. El torero muy ceñido al
animal, adelanta la pierna y lo llama, con el dorso de la muleta para hacerlo
girar y le hace pasar, recorriendo, con lentitud de “Pitón a Rabo”…
Lo cita al centro del platillo y recibe su embestida por un lado…
El
matador gana terreno
en cada muletazo
y lo lleva
así al punto
que desea,
quebrantándolo e imponiendo el mando… El toro ha pasado en breve tiempo de la
apacible tranquilidad de la vida en el campo a un encuentro con lo desconocido...
En sus querencias comienza a buscar la salida dando saltos sin hacer caso
de nada ni de nadie… Suena el clarín en el último instante de la faena y aquel en el
que, más igualados están ante la muerte.
Nunca se
dijo cuanto tiempo descanso
y se re-abasteció
Diego de Lozada por estas
tierras, lo cierto es que hoy, San Vicente, ciudadela fantasma, grita silenciosa
reclamando su lugar entre la mitología y la historia.
Cuenta la leyenda que fue aquí, donde El Negro Miguel dio el primer grito de
Libertad para los hombres de estas tierras, pero esa, es otra historia…
MaríaLionza
…A
pelo, el hombre
montado en su
caballo -a toda
carrera- cruza el
camino
húmedo y verde de la tarde de septiembre. El sol tropical en la espalda, montaña
arriba, corría con el sudor resbalando por el cuerpo, vestido de ropas finas y
elegantes propias del europeo del siglo de la conquista; el fogaje en el cuerpo
atizaba el aspecto de desesperación que le perseguía, desde el día aquel que conoció
a la india.
Pasa como un soplido por el camino, dejando hojas que se levantan de la tierra y en
el aire, los ecos de cascos del caballo -que agotado- respira con fuerza y brama,
quejándose por la angustia del amo. Cuesta arriba, pasa por donde viven Los
Madrileños hasta llegar al centro de la montaña y desde La Chapa toma el camino de
la quebrada cristalina y templada; atraviesa el curso, tratando de no dejar rastro
de su infeliz humanidad perseguida por el perfume de hembra indómita. Sumergido
hasta el cuello en el riachuelo, gime su pena de pasión, golpeando la superficie del
agua para intentar oculta lagrimas de hombre en celo, que brotan y lo bañan de
angustia, ante lo que parece evidente: La locura se apoderó de su cuerpo y no hay
remedio que lo cure!
Vigilante; oculto entre los árboles, observa a la india que pasea por la vereda
cantando al agua, al viento, a los animales de la mañana caliente cercana al medio día.
Los pies desnudos con cascabeles de conchas en los tobillos dejan el rastro sonoro
que transita; su cabello negro azabache suelto, indican la dirección del viento y el
color tostado de su piel como el cobre, hablan del linaje de la raza a la cual pertenece:
Jirahara-Ayamán, ancestral, tenaz, dueña de todos esos territorios hasta donde
alcanza la vista, y mas atrás del macizo de Nirgua. Allá desde donde nace el sol y
por donde se oculta el día. MaríaLionza, heredera de esos prados, hija de guerreros:
¡Una guerrera más!
El conquistador espera con paciencia. Como asedia el cazador a su presa: la mide, la
huele. Aspira profundo en el viento para sentir el perfume... El de ella! Y esperando
que se interne en la montaña, con cautela, la sigue. En el monte, donde los árboles
son tan grandes y verdes que la luz del sol se filtra como cocuyitos tempraneros y
la cúpula es verde de vida, allí la atrapó. Como la rareza mas preciada, la lanzó sobre
su hombro y corrió internándose en lo profundo de la montaña. Como animal la
sometió, y le ofreció su reino de plagios a cambio de favores solo para Él.
Cuenta la leyenda, que la diosa
de la selva antes de
entregarse al español,
prefirió
escapar y desde los altos de la zona de Los Madrileños, internándose por el cerro del
Picacho bajó por los caminos entre la Palma y los Cogollos hacia Chivacoa y perdió
su rastro -desesperada- en la montaña de Sorte, llena de tesoros naturales
donde se oía su canto triste y lánguido por las tardes. Dicen que el Español
enamorado la buscó durante el tiempo que le quedo de vida. Perdiendo la razón;
la oía cantar y hablar con los animales del monte. La veía bañándose en los ríos y
bajo la lluvia. Enloqueció de amor...
Fue por aquí, por estos mismos caminos, que durante 93 años de luchas
encarnizadas,
la etnia originaria Jirahara-Ayamán reinventó a la última tribu en someter los
europeos en tierras americanas, pero esa, es otra historia…
Miguel
…En
la profundidad de la
selva llena de cedros,
robles, guayacanes y caobas,
sus
dientes resplandecían, alumbrando la noche antillana, señalando el camino a seguir
por los otros integrantes del ejército de negros que buscaban provisiones para su
comuna. Bajo la luna llena, en un cielo claro, enmarcado por nubes plateadas que
permitían ver las estrellas salpicadas en rondas de colores diminutos y escarchados
el Negro Miguel se encomendaba al espíritu de Napiruli creador del miuri mirando
las enormes palmas que proyectaban su sombra sobre el sembradío de bananas,
uvas, ananás y limones; toronjas y dátiles. En la superficie del Nigua se lee la tragedia
que llegó con los Filibusteros en 1.492 y que por los 1.600 acabó de sarampión y
viruela con los originarios de la tierra arawak.
Observando el río, encomienda su conuco mientras enciende la montaña por dos días
para luego sembrar el ñame, la yuca, el ají; el maíz y el trigo. Hablador y pendenciero;
lleno de sueños, amedrentaba a sus hermanos en convertirlos en garzas blancas
o pájaros carpinteros por desobedientes al momento de impartir su orden.
Aquel negro de complexión fuerte y estatura media, al exponerse al sol, resplandecía
en tonos que iban del negro limpio al morado que se esconde –sutilmente- tras
el pellejo prensado. En sus ojos negros y profundos, se dibujaba el fuego de su
espíritu rebelde y contestatario; antillano y guerrero. Líder resabiado; su dentadura,
tenía fama de iluminar las noches oscuras del invierno de Quiqueya, llena de
estrepitosas capas grises, como un escudo de cenizas que cubrían el Macizo del Cibao.
En la profundidad
de su isla,
llena de pájaros
de plumajes y
cantos de gran
hermosura; a las orillas de los ríos Ozama, Haina, Nigua, Nissao, Ocona o Yane, que
bañan la extensión, haciéndola fértil y luego de su faena diaria, retoza, echando a
volar sus sueños de grandeza en un reino de fantasías irrealizables. En compañía del
Negro, los Lucayas, Tainos, Ciguayos y Caribes no se extraviaban, la luz de Miguel
protegía -como don divino- la búsqueda; con solo abrir la boca todo el camino
quedaba iluminado…
El haitiano, en su isla, fue atrapado por los españoles. En una lucha sin precedentes
los obligaron a abordar los barcos para ser llevados más allá del horizonte… a otra
tierra donde los bosques eran infinitos pero la luna seguía siendo la guía. En condición
de esclavos los trajeron a tierra firme, directo a las minas de Buría -Tierra de Magia-
a trabajar y sobrevivir como animales en suelo hirviente y de lagos humeantes bajo
la supervisión de capitanes infames y despiadados que, con el blanco látigo hablaban
y –rodeados de moscas- terminaban en la superficie rugosa si no obedecían las
ordenes… pero el Negro Miguel muestra su fuerza; en 1.551 se subleva en la primera
rebelión que se tiene noticias en tierra firme. En lucha cuerpo a cuerpo se apodera
de una espada hiriendo a varios de sus guardianes y huyendo, daba gritos de dolor,
mostrando los dientes que rechinaban de ira. A partir de allí, se convertirá en leyenda
con un escuadrón de esclavos que se suman a su causa atacando a Buría. En una
sola noche, degollaron a todos los españoles del sitio…
Cuenta la tradición oral que llegó a ser el Rey de Buría, construyendo un reino
y Curbudare se llamaría su capital; su esposa Giomar su Reina; un esclavo hechicero:
el Obispo, y extendió sus dominios atacando a Nueva Segovia de Barquisimeto
con un ejercito de Jirajaras y esclavos negros. La incendian parcialmente hasta la
plaza mayor, creando un estado de terror y zozobra ante tal embestida.
A Miguel lo sorprenden en su campamento y un disparo de ballesta, hecho por
Diego de Escorcha, acaba con su vida una oscura noche, lejos de su azul Haití…
Haití, Azul y Cobriza; la del Paso de los Vientos; con Esencias y Aromas de
Añejo y Café! La tierra hermana que cobijó y consolidó los sueños Libertarios de
Bolívar en el tiempo. Por ello, ésta -también- es parte de La Historia…!
*Baniva: Tribu antillana de lengua Arawak.
*Napiruli: Héroe cultural creador del Miuri (conuco)
*Quiqueya: Nombre originario de la Isla - Nombre del proceso de la conquista La Española
*Paso de los Vientos: O estrecho de Maisí, se encuentra al oeste de Haití, separándola de Cuba.
*El Negro Miguel aparece entre 1.551 -o- 1.552 como la primera Rebelión en esta parte del continente americano.
*Miguel es el emblema libertario del indígena atribuyéndolo a la sabia y hermosa tradición oral.
Nirgua… Tierra de
Magia
... En el medio de la selva se escuchan los rumores que llaman a la lluvia y en
un lento giro musical, los ejecutantes hacen el ritual maravilloso de rondas consecutivas
inclinando hacia adelante y hacia atrás los cuerpos sudorosos que en el frenesí
del fuego manan con energías el liquido contenido de la materia. Materia que
agotada por el acto mismo, comienza a traspasar el plano real para conectarse con
el espíritu de la Madre Universal entonando los cantos que alaban a la tierra, al
agua, a la lluvia, al río, al vientre protector y generador de la vida… A la Naturaleza.
Con las manos pintan y tallan en la piedra las formas de los dioses benefactores,
develando así - para las futuras generaciones- las caras y los cuerpos de los elementos
primigenios que conducen su pueblo. Con plumas y caracoles; madera, semillas,
capachos y conchas, danzan ante el gran hallazgo del hombre que es el fuego; ante el
río, fecundador de la tierra; ante el Sol, el gran dador de vida; la Luna compañera
permanente de
las noches tibias de
deseo y comunión
para engendrar la
herencia
donde confluirán lo ancestral y el futuro, lo viejo y lo nuevo; ante la lluvia –que creían-
savia de la chicha que vertía la pareja creadora, cuando se emborrachaban… Y
cantando en lengua Chibcha del tronco Arawak, piden a esos dioses por la
preservación de su mundo elemental y primigenio; por la preservación en el
tiempo de la casta Jirahara-Ayamán, durante el eclipse sangrante para que la luna
no muriera, porque si ésta moría, moría el hombre.
En la intimidad de la montaña, circundada por quebradas y planicies, sus cuerpos
danzan ataviados de la jerarquía que les otorgan sus hermanos y en la piedra
dejan la huella indeleble de su histórico paso por esta tierra llena de bondades y
belleza que es Nirgua: Nirva del Callao; Nirua la del Prado!
Cito:
[…Cierto que toda aquella enseñanza fue
presidida por un criterio principalmente
especulativo, y que la experimentación anduvo bastante descuidada; cierto que
las ciencias físicas y naturales jugaron un papel completamente secundario; cierto
que la teología y el derecho canónico, y aún las sutilezas escolásticas, tuvieron
no digamos puesto primordial, sino puesto dirigente; cierto que se abuso a
cada paso del criterio de autoridad y que toda aquella filosofía decadente, tan
alejada del verdadero espíritu de la escuela, estaba pidiendo a gritos
remozamiento y nueva dirección. Todo esto es, desgraciadamente, exacto; pero
no lo es menos que el mal no fue exclusivamente de Venezuela, ni de las
colonias españolas, ni de España; se extendía por toda Europa, de Oriente a
Poniente, de Septentrión a Mediodía, caracterizando toda una época y no
como exclusivo de una nación determinada…]
Caracciolo Parra León.
Discurso de
incorporación a la Academia Nacional de la Historia
*Cita
tomada del libro Historia de Venezuela 7mo Grado.
*Autor: Alberto Arias Amaro
Nirgua…
Tierra de Magia
Indice
Tratado de
Coche
San Vicente
MaríaLionza
Miguel
Nirgua…
Tierra de Magia
Como Narrativa:
*Ganadores de 1ra
GRAN EXPLOSIÓN BICENTENARIA–Nirgua–Yaracuy-2010.
*Publicados en
revista Centro-Occidente NIVAR ES YARACUY.
* Publicados por periódicos
NOTICIAS D´MUJERES, LA MANCHA, tiraje nacional.
Como Audio:
*Grabados en la
emisora comunitaria PICACHO 98.5 Fm – Nirgua – Yaracuy 2006
*Transmitidos en La
Librería Mediática RNV 2006
*Transmitidos por las
emisoras: RNV Am y Fm, Arte 97.5 Fm-
Gran Caracas, Picacho 98.5 Fm, Nirgueña 88.3
Fm y La Reina Nirgua – Yaracuy.
*Presentado por
ANMCLA – Yaracuy en Encuentro Nacional de Medios Alternativos
y Comunitarios 2010 como el “Nuevo Modelo de
Hacer Radio”.
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