Maigualida Pérez 05/09/06
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Caratula
Ilustración: Ruinas del Fuerte San
Vicente en Nirgua, estado Yaracuy.
Técnica: Plumilla
Autor: Angel Montilla
Licenciado en Letras, mención Historia
del Arte.
Profesor a dedicación exclusiva de
Arte Medieval en el departamento de Historia del Arte de la Universidad de Los
Andes.
Nirgua…
Tierra de Magia
Maigualida
Pérez
Una
puerta en el tiempo
Acercamiento
al libro “Nirgua…Tierra de Magia”
El municipio Nirgua representa el
lugar donde vuelvo con mis ancestros, es el
espacio donde cobran vida los relatos que mi abuela Estéfana solía
contarnos sentada en su hamaca y mientras ella detallaba sus vivencias,
el tiempo se paralizaba, nosotros en silencio degustábamos cada unas de sus
palabras.. Oír como ella describía “Las cumbres”, es decir, el
sitio donde ella había nacido en esta municipalidad, era realmente
encantador, yo sentía que podía caminar por esas montañas, ver su casita en la
cima y oler aquellos pastizales. Quizás por esas razones
siempre le he manifestado a mis amigos que visitar Nirgua es abrir una
puerta en el tiempo, es volar con las alas de imaginación a
un pasado reciente donde se realza el heroísmo, la tradición y la
resistencia de nuestros aborígenes los Indios Jiraharas-Ayamán .
Al comenzar la lectura
de “Nirgua…Tierra de Magia” de la escritora
amiga Maigualida Pérez, me reencontré con un pueblo lleno de memorias,
las mismas que tanto adoraba exponer a mi abuela, en sus párrafos se
respira un aire que evoca las costumbres de nuestras provincias, sus coloridas
montañas y sus calles empedradas bañadas de siglos. Este libro nos presenta una
visión romántica, enigmática y ecológica del municipio. En este mismo
orden de ideas, en el siguiente párrafo del texto Tratado de
Coche observamos lo planteado:
“ Las montañas que
rodean a Nirgua, con la luz del atardecer
de aquel día estelar, hacían galas
del café como una novia toda vestida de blanco, hermosa y
virginal que espera al pie del altar,
distante y misteriosa; ansiosa y
callada ante el bramido bajo del
río que viene saltarín y cristalino cubierto por capas
delgadas de espuma blanca que se evaporan en el curso
del mismo.”
Como quien logra ver a través del tiempo,
cual sacerdotisa la narradora nos transporta en la historia al punto de casi
palpar los lugares y situaciones que describe en sus crónicas. Sus líneas
nos sumergen en un realismo mágico que abarca desde la construcción
del Fuerte San Vicente, pasando por el grito de libertad del
Negro Miguel, el rey de Buría; hasta la hermosa leyenda de nuestra
Diosa madre, La reina María Lionza. En este sentido las palabras del
escritor Earle Herrera nos refiere: “Desde épocas remotas, ya por
vía oral o escrita, el hombre va dejando testimonios de su paso por el mundo,
gracias a los cuales se conoce el pasado y se explica el presente”. Tal
vez bajo esta óptica la autora nos presenta este trabajo impregnado de luz, que
como reseña Herrera deja huella más allá del papel y florece en el alma,
muestra de ello lo observamos con el siguiente relato titulado MaríaLionza:
“Cuenta la leyenda,
que la diosa de la selva antes de
entregarse al español, prefirió escapar y desde los
altos de la zona de Los Madrileños, internándose
por el cerro del Picacho bajó por los caminos entre la Palma
y los Cogollos hacia Chivacoa y perdió
su rastro -desesperada- en la montaña
de Sorte, llena de tesoros naturales
donde se oía su canto triste y lánguido
por las tardes. Dicen que el
Español enamorado la buscó durante el
tiempo que le quedo de vida. Perdiendo la razón; la oía
cantar y hablar con los animales del
monte.”
Al pasearnos por “Nirgua… Tierra
de Magia” descubrimos el sortilegio que
envuelve a un municipio, de igual manera sus páginas colmadas de vida son
un aporte a la autoconciencia y autoestima de una sociedad ya que
reivindica a personas o grupos sociales que generalmente han
sido excluidos de la historia oficial. En tal sentido, en esta
publicación disfrutamos del patrimonio cultural de una ciudad
a través de la visión lírica de la autora, acción esta que nos permite
percibir el compromiso social que posee Maigualida Pérez con la tierra que se
grabó en sus sentidos como los petroglifos en las piedras del tiempo. Este
hecho lo podemos constatar en las líneas “Nirgua… Tierra de Magia” texto
que presta su nombre a este libro:
“En la intimidad de la montaña, circundada por
quebradas y planicies, sus cuerpos
danzan ataviados de la
jerarquía que les otorgan sus
hermanos y en la piedra dejan la huella
indeleble de su histórico paso por
esta tierra llena de bondades y
belleza que es Nirgua: Nirva del Callao; Nirua la del Prado!”
David Figueroa González
Tratado de Coche
…Todos
esos hombres a
caballo, con sus
uniformes se imponían
por encima del
sudor y la polvareda. Las botas de los militares eran de cuero y aunque la tierra heroica
las cubría,
resplandecían con la luz
del camino y las
esperanzas de los que
parieron
la
patria grande a
caballo… En el calor de aquel día
de mayo en que se juntaron
los
hombres
de gobierno en la
casa grande de
los Ojeda, frente
a la plaza, se
detuvo
el
tiempo cuando Guzmán
Blanco, procedente de
Yaritagua y rumbo
a la capital
se
hospedo allí con la
encomienda de ratificar
el tratado donde
el general Páez
entregaría
la presidencia al
general Falcón. El
movimiento de los
habitantes del
pueblo
se concentró en
la plaza preguntando
que ocurría; porqué
esos forasteros
místicos de
quien sabe donde llegaron y
preguntándose ¿Quien es ese
musiú que
entró
allí y a qué?
Las
nativas miraban por
las hendijas de las
ventanas y los
humildes hombres
del lugar
miraban atónitos y
confundidos el episodio que
desencadenaría nuevos
derroteros
para la patria.
Desde
afuera, en la iglesia, alguien trataba de escuchar lo
que adentro ocurría:
Los hombres
discutían la pacificación
del país celebrando
un convenio…
Repetía:
1º
Se convocara una
Asamblea para el
trigésimo día después
de canjeada la
ratificación de
éste convenio, o
para antes, si
fuese posible reunir
el quorum
correspondiente.
2º
Esta Asamblea constará
de ochenta miembros
elegidos, la mitad
por el Jefe
Supremo
de la República, y la otra mitad por el Presidente Provisorio de
la Federación.
3º En el instante de
reunirse la Asamblea el Jefe Supremo entregará a ésta el mando
de la República.
4º El
primer acto de la
Asamblea será el
nombramiento del gobierno
que ha de
presidir la República mientras ésta se
organiza.
5º Desde los
días próximos a la reunión
de la Asamblea, la
ciudad de Valencia
No
tendrá más guarnición que una
pequeña fuerza para
cuidar del orden
público,
la
mitad destinada por
el Jefe Supremo, la otra
mitad por el Presidente
Provisorio
de la Federación.
6º Cesan completamente las
hostilidades, y no se
puede ordenar ningún movimiento
de tropas, ni
reclutamiento, ni nada que indique preparativos de guerra.
7º Así, el
General Páez como
el General Falcón
emplearán sus respectivos
ascendientes en calmar las pasiones agitadas
por la guerra, y en que la situación
que va
a
sobrevenir sea tan pacífica, libre y durable como la necesita la
Patria para reponerse
de sus quebrantos…
…Los pobladores, en
su mayoría, no
entendían que estaba diciendo
aquel perico
desatinado
que hablaba en otro idioma y
sonreían ocultando sus caras tras sus
burros
y bastimento. Hombres del pueblo,
mitad indígenas, mitad
mestizos: zambos, que
sólo
veían en los Señores
al extraño que se
apoderó de sus
tierras y sus
vidas
de
forma brutal y despiadada;
Señores que les robaron a sus
mujeres y las
preñaron
en
actos de violencia
cuatrocientos años atrás
sin la menor
compasión por
las descendencias, perdiendo así, la pureza
de su raza.
Mientras los hombres continuaban
discutiendo, sentados muchos y
de pié algunos
entorno
a una mesa
grande en la
casa colonial que
colindaba con la
iglesia a su
izquierda, y que por 1 día fue
el centro de la vida republicana,
en la plaza del pueblo,
sentado y meditabundo, un individuo con
aspecto de entendido y
sabio, observaba el
movimiento de
aquel día que se acercaba
a su final.
El sol sobre
las tejas daban
una tonalidad
naranja al espectro, mientras un olor a orquídeas
perfumaba la plaza y
el
centro del pueblo
con sus calles empedradas, calles que
aún a mediados del siglo
XX continuaban
guardando su apariencia de ingenuidad
propia de la
provincia. Las
montañas
que rodean a Nirgua, con la luz
del atardecer de
aquel día estelar,
hacían
galas del
café como una novia toda vestida de
blanco, hermosa y virginal que
espera
al pie
del altar, distante
y misteriosa; ansiosa y callada
ante el bramido
bajo del
río que
viene saltarín y cristalino cubierto por
capas delgadas de
espuma blanca que
se
evaporan en el curso del mismo.
Fue ese bramido discreto el que le hizo atrapar en el
recuerdo, cuando en 1.551(…) el
teniente Juan
Bautista Veintemilla, hacia
arrastrar desde el río
Buría, las piedras
y
ladrillos para
construir un fuerte
en la montaña adentro (12kms
arriba) para tener un
cuartel con
subterráneos y donde
Diego de Lozada
pernoctó una noche de 1.560,
pero
esa, es otra historia…
San Vicente
...En
el silencio de la tarde,
la polvareda del
camino penetra las
fosas nasales
dejando una
tos seca que cosquillea en los oídos. Los
vehículos rústicos que
suben
y bajan
a un costado
de la construcción, no
se detienen a observar. Es un viaje
más; es rutina.
¡Es trabajo!
La neblina, como algodón azucarado, se desvanece
mientras la mirada, atraviesa
la
densidad del
fenómeno por donde
se cuelan imágenes
y sonidos que emergen de
la tierra
escondida en el
tiempo, he impone
el silencio de los
viajeros que hacen
un alto
para contemplar la majestuosidad de “San Vicente”.
Ante
tanto misterio, avanzan
al interior de la estructura,
pensando en los
bichos
rastreros que
se esconden en la maleza
y que integran
el conjunto, internándose
por los
túneles que se desplazan
en un recorrido fantástico hasta
otro extremo de
la montaña…
hacia la profundidad en la historia.
El golpeteo de herramientas contra la piedra y
la tierra hacen la atmósfera marrón,
seca
y calurosa. Los zambos, brillantes por el esfuerzo que requería el trabajo, goteaban
sudorosos
y agotados…
¡…Trabajad,
inútiles!... ¡Trabajad!
Con la amenaza del látigo y los mosquetes, estos, no tenían más
que hacer sino fabricar
ladrillos de
adobe y arrastrar piedras
cuesta arriba, 12 kilómetros desde el río Buría,
hasta alcanzar,
en La Montañita,
el lugar destacado
por el teniente Juan
Bautista
Veintemilla para
construir El Fuerte Real Minas de Buría,
el único fuerte
tierra
adentro de
toda América… y ubicado
cerca de Santa
Ana de Alquiza que
era el
camino
real a Caracas…
… Inútiles negros… Indios mal olientes, ¡Trabajad!
La
historia emergía fiel
y cruda. Los
españoles dirigían la
obra maestra de
ingeniería, una
fortaleza para cuidar
los caminos, las riquezas
allí almacenadas y
acuartelar a
los enemigos que no serían otros que los verdaderos dueños de la
tierra:
Los
Indios Jiraharas-Ayamán que ante el atropello del invasor europeo se
mimetizaban
para así
obstaculizar los asentamientos.
La
construcción se eleva
hasta el cielo
con sus pilares
imponentes y el mirador
alcanza los
sueños que llevaron
a una lucha
que tomo casi
100 años a los
conquistadores para
consolidar la fundación.
En lo profundo
de la tierra
y en las
paredes
del fuerte dejaron las muestras de luchas sangrientas, manifestaciones artísticas
que
dan fe
de su existencia,
de su organización
social y la
belleza mítica de
sus
paisajes.
Cuenta la historia
que por los
años 1.566?(...) cuando Don Diego
de Lozada iba
a
fundar Caracas, se
detuvo cansado del
viaje proveniente de la Provincia
de
Barquisimeto
y pernoctó allí, en
el poblado que estaba
al pie del
“Fuerte Real de
San
Juan de Buría”
con sus tropas
y en gesto
de bienvenida, el
gobernador de la
provincia: Pedro Ponce, ofreció una corrida
de toros, la primera
efectuada en tierras
de
Nueva Jerez del Rey, donde
los animales fueron
expuesto en la
manifestación
taurina,
tradicional del viejo
continente y entre Pases de Capote y Muleta comienza el
matador…
…En un gesto de admiración
saludan al toro que sale a la arena, cabecea
los tableros, atento
a los movimientos del
peonaje, embiste a la
capa con
nobleza. Dándole
el pecho al animal, el torero hace giros suaves con el
cuerpo,
luciendo la muleta en
la mano izquierda y sujeta en la derecha la espada…
Como en una vieja danza
colonial, la vida del animal esta en
las manos del matador
que
lo seduce con el filo de su espada
amenazadora y disimula el dolor con
su capote
oscuro
y elegante…
...En derechura
al toro, apoya en la
cadera la espada
y adelanta con
suavidad la pierna de
ese lado; lo atrae, curvando su trayectoria en un pase
natural que prepara
al animal para amansarlo…
Los espectadores
celebran el acto
con expresiones de aprobación que no alerten al
toro
de su destino…
…Bajando
la mano, remata atrás, a su espalda y acompaña el recorrido
del
cuerpo de la res…
Exclamaba Don
Diego maravillado por
la exposición taurina
en aquel marco
embriagador
y el alcance visual
del terreno desde
la altura en
las montañas de
Nirgua…
…La
estocada final, penetra
hasta la empuñadura del cuerpo del bovino: En
la cruz, dándole el remate
lógico a la suerte del animal. El
torero muy ceñido al
animal, adelanta la
pierna y lo llama, con
el dorso de la
muleta para hacerlo
girar y
le hace pasar, recorriendo, con
lentitud de “Pitón a Rabo”…
Lo cita al
centro del platillo y recibe su
embestida por un
lado…
El
matador gana terreno
en cada muletazo
y lo lleva
así al punto
que desea,
quebrantándolo
e imponiendo el mando… El
toro ha pasado en
breve tiempo de
la
apacible
tranquilidad de la
vida en el
campo a un encuentro con lo desconocido...
En
sus querencias comienza
a buscar la
salida dando saltos
sin hacer caso
de
nada ni
de nadie… Suena el
clarín en el último instante de la faena y aquel en el
que, más igualados están ante la muerte.
Nunca se
dijo cuanto tiempo descanso
y se re-abasteció
Diego de Lozada por estas
tierras, lo
cierto es que
hoy, San Vicente,
ciudadela fantasma, grita
silenciosa
reclamando su
lugar entre la mitología
y la historia.
Cuenta
la leyenda que
fue aquí, donde
El Negro Miguel dio el
primer grito de
Libertad para
los hombres de
estas tierras, pero esa,
es otra historia…
MaríaLionza
…A
pelo, el hombre
montado en su
caballo -a toda
carrera- cruza el
camino
húmedo y
verde de la tarde
de septiembre. El
sol tropical en la
espalda, montaña
arriba, corría
con el sudor
resbalando por el
cuerpo, vestido de
ropas finas y
elegantes propias
del europeo del
siglo de la
conquista; el fogaje
en el cuerpo
atizaba el
aspecto de desesperación que le perseguía, desde el día
aquel que conoció
a
la india.
Pasa
como un soplido por el camino,
dejando hojas que se levantan de la tierra
y en
el aire, los
ecos de cascos
del caballo -que
agotado- respira con
fuerza y brama,
quejándose por
la angustia del
amo. Cuesta arriba,
pasa por
donde viven Los
Madrileños hasta
llegar al centro de la montaña y
desde La Chapa toma el camino de
la quebrada
cristalina y templada;
atraviesa el curso,
tratando de no
dejar rastro
de su
infeliz humanidad perseguida
por el perfume de hembra indómita. Sumergido
hasta
el cuello en el riachuelo, gime su
pena de
pasión, golpeando la
superficie del
agua para
intentar oculta lagrimas
de hombre en
celo, que brotan
y lo bañan de
angustia,
ante lo
que parece evidente: La locura
se apoderó de
su cuerpo y no
hay
remedio
que lo cure!
Vigilante;
oculto entre los
árboles, observa a
la india que
pasea por la
vereda
cantando
al agua, al viento, a los animales de la mañana caliente cercana al medio
día.
Los
pies desnudos con
cascabeles de conchas en los tobillos dejan el rastro
sonoro
que transita;
su cabello negro
azabache suelto, indican
la dirección del viento
y el
color
tostado de su piel como el cobre, hablan del linaje de
la raza a la cual pertenece:
Jirahara-Ayamán, ancestral, tenaz,
dueña de todos
esos territorios hasta
donde
alcanza
la vista, y mas
atrás del macizo de Nirgua. Allá
desde donde nace
el sol y
por
donde se oculta el día. MaríaLionza, heredera
de esos prados,
hija de guerreros:
¡Una guerrera más!
El conquistador espera con paciencia. Como
asedia el cazador a su presa: la
mide, la
huele. Aspira
profundo en el viento para sentir el perfume... El de
ella! Y esperando
que se
interne en la
montaña, con cautela, la
sigue. En el
monte, donde los árboles
son
tan grandes y verdes que la luz
del sol se
filtra como cocuyitos
tempraneros y
la cúpula
es verde de vida, allí la atrapó. Como la rareza
mas preciada, la lanzó sobre
su hombro
y corrió internándose
en lo profundo de la montaña.
Como animal la
sometió,
y le ofreció su reino de plagios a cambio de favores solo para Él.
Cuenta la leyenda, que la diosa
de la selva antes de
entregarse al español,
prefirió
escapar y desde los altos de la
zona de Los Madrileños, internándose por el cerro
del
Picacho bajó por los caminos
entre la Palma y los
Cogollos hacia Chivacoa y perdió
su
rastro -desesperada- en
la montaña de
Sorte, llena de
tesoros naturales
donde se
oía su canto triste y lánguido
por las tardes.
Dicen que el
Español
enamorado
la buscó durante
el tiempo que le quedo
de vida. Perdiendo la razón;
la oía cantar y hablar
con los animales
del monte. La veía bañándose en los
ríos y
bajo
la lluvia. Enloqueció de amor...
Fue por aquí, por estos mismos caminos, que durante 93 años de luchas
encarnizadas,
la
etnia originaria Jirahara-Ayamán
reinventó a la
última tribu en
someter los
europeos
en tierras americanas,
pero esa, es otra historia…
Miguel
…En
la profundidad de la
selva llena de cedros,
robles, guayacanes y caobas,
sus
dientes
resplandecían, alumbrando la noche
antillana, señalando el camino
a seguir
por
los otros integrantes
del ejército de
negros que buscaban
provisiones para su
comuna.
Bajo la luna llena, en un cielo
claro, enmarcado por
nubes plateadas que
permitían
ver las estrellas salpicadas
en rondas de colores
diminutos y escarchados
el
Negro Miguel se
encomendaba al espíritu de
Napiruli creador del miuri mirando
las
enormes palmas que proyectaban su sombra
sobre el sembradío
de bananas,
uvas, ananás y limones; toronjas y
dátiles. En la superficie del Nigua se
lee la
tragedia
que
llegó con los
Filibusteros en 1.492 y
que por los 1.600
acabó de sarampión y
viruela
con los originarios de la tierra
arawak.
Observando el río, encomienda su conuco mientras enciende la montaña por dos días
para luego sembrar el ñame, la yuca, el ají; el maíz y el trigo. Hablador y pendenciero;
lleno
de sueños, amedrentaba
a sus hermanos
en convertirlos en
garzas blancas
o pájaros carpinteros por desobedientes al momento
de impartir su orden.
Aquel negro de complexión fuerte y estatura media, al exponerse al sol,
resplandecía
en
tonos que iban
del negro limpio
al morado que
se esconde –sutilmente-
tras
el
pellejo prensado. En
sus ojos negros
y profundos, se dibujaba el
fuego de su
espíritu
rebelde y contestatario; antillano y
guerrero. Líder resabiado; su
dentadura,
tenía
fama de iluminar las
noches oscuras del
invierno de Quiqueya,
llena de
estrepitosas capas grises, como un escudo de
cenizas que cubrían el Macizo del Cibao.
En la profundidad
de su isla,
llena de pájaros
de plumajes y
cantos de gran
hermosura;
a las orillas
de los ríos Ozama, Haina, Nigua, Nissao, Ocona o Yane, que
bañan la
extensión, haciéndola fértil
y luego de
su faena diaria, retoza, echando
a
volar
sus sueños de grandeza en un reino
de fantasías irrealizables. En
compañía del
Negro, los
Lucayas, Tainos, Ciguayos y
Caribes no se extraviaban, la luz de
Miguel
protegía -como
don divino- la
búsqueda; con solo
abrir la boca
todo el camino
quedaba iluminado…
El haitiano, en su isla, fue atrapado por
los españoles. En una lucha
sin precedentes
los obligaron
a abordar los
barcos para ser llevados más
allá del horizonte… a
otra
tierra donde
los bosques eran infinitos pero la luna seguía siendo la guía. En condición
de esclavos
los trajeron a tierra firme, directo a las minas de
Buría -Tierra de Magia-
a trabajar
y sobrevivir como animales en suelo hirviente y de lagos humeantes bajo
la
supervisión de capitanes
infames y despiadados que, con el blanco látigo hablaban
y –rodeados
de moscas- terminaban
en la superficie
rugosa si no
obedecían las
ordenes… pero
el Negro Miguel muestra su fuerza;
en 1.551 se subleva en la primera
rebelión que
se tiene noticias
en tierra firme. En lucha cuerpo a
cuerpo se apodera
de una espada hiriendo a varios
de sus guardianes
y huyendo, daba gritos de
dolor,
mostrando
los dientes que rechinaban de ira.
A partir de allí, se convertirá en
leyenda
con un escuadrón de esclavos que se suman a su
causa atacando a Buría.
En una
sola noche, degollaron a todos los españoles del
sitio…
Cuenta
la tradición oral que llegó
a ser el
Rey de Buría,
construyendo un reino
y Curbudare se llamaría su capital; su esposa
Giomar su Reina; un esclavo
hechicero:
el Obispo,
y extendió sus
dominios atacando a
Nueva Segovia de
Barquisimeto
con un
ejercito de Jirajaras y
esclavos negros. La
incendian parcialmente hasta
la
plaza mayor,
creando un estado de
terror y zozobra ante tal embestida.
A Miguel
lo sorprenden en su campamento
y un disparo de
ballesta, hecho por
Diego
de Escorcha, acaba con su vida una oscura noche, lejos de su azul Haití…
Haití,
Azul y Cobriza;
la del Paso
de los Vientos;
con Esencias y
Aromas de
Añejo y Café!
La tierra hermana que
cobijó y consolidó
los sueños Libertarios de
Bolívar en
el tiempo. Por ello, ésta -también-
es parte de La Historia…!
*Baniva:
Tribu antillana de lengua Arawak.
*Napiruli: Héroe cultural creador del Miuri (conuco)
*Quiqueya: Nombre originario de la Isla
- Nombre del proceso de la conquista
La Española
*Paso de los Vientos: O estrecho de Maisí, se
encuentra al oeste de Haití, separándola de Cuba.
*El Negro Miguel aparece entre 1.551 -o- 1.552 como la
primera Rebelión en esta parte del continente
americano.
*Miguel es el emblema libertario del indígena atribuyéndolo a la sabia
y hermosa tradición oral.
Nirgua… Tierra de
Magia
... En
el medio de la
selva se escuchan
los rumores que llaman
a la lluvia y en
un
lento giro musical, los ejecutantes hacen el ritual maravilloso de rondas
consecutivas
inclinando hacia
adelante y hacia
atrás los cuerpos
sudorosos que en el
frenesí
del fuego
manan con energías
el liquido contenido
de la materia.
Materia que
agotada por
el acto mismo, comienza a traspasar
el plano real para
conectarse con
el espíritu
de la Madre Universal entonando
los cantos que alaban
a la tierra,
al
agua,
a la lluvia, al río, al
vientre protector y generador de
la vida… A la Naturaleza.
Con
las manos pintan y tallan
en la piedra
las formas de los
dioses benefactores,
develando
así - para las futuras generaciones- las
caras y los cuerpos de los
elementos
primigenios que
conducen su pueblo.
Con plumas y
caracoles; madera, semillas,
capachos y conchas,
danzan ante el
gran hallazgo del hombre que es el fuego; ante el
río, fecundador
de la tierra;
ante el Sol, el gran dador de vida;
la Luna compañera
permanente de
las noches tibias de
deseo y comunión
para engendrar la
herencia
donde
confluirán lo ancestral y el futuro, lo viejo y lo nuevo; ante la lluvia –que creían-
savia de
la chicha que
vertía la pareja
creadora, cuando se
emborrachaban… Y
cantando en
lengua Chibcha del
tronco Arawak, piden
a esos dioses
por la
preservación de
su mundo elemental
y primigenio; por
la preservación en
el
tiempo de la
casta Jirahara-Ayamán, durante
el eclipse sangrante para que
la luna
no
muriera, porque si ésta moría, moría el hombre.
En
la intimidad de la montaña, circundada por quebradas y planicies, sus
cuerpos
danzan ataviados
de la jerarquía
que les otorgan
sus hermanos y
en la piedra
dejan
la huella indeleble de
su histórico paso
por esta tierra
llena de bondades
y
belleza
que es Nirgua: Nirva del Callao; Nirua la del Prado!
Cito:
[…Cierto que toda aquella enseñanza fue
presidida por un criterio principalmente
especulativo, y
que la experimentación anduvo bastante descuidada; cierto que
las ciencias
físicas y naturales jugaron un papel completamente
secundario; cierto
que la teología y el
derecho canónico, y aún las
sutilezas escolásticas, tuvieron
no digamos puesto
primordial, sino puesto
dirigente; cierto que
se abuso a
cada paso del
criterio de autoridad y que toda aquella filosofía decadente,
tan
alejada del verdadero
espíritu de la escuela, estaba
pidiendo a gritos
remozamiento y
nueva dirección. Todo esto es, desgraciadamente, exacto; pero
no
lo es menos
que el mal
no fue exclusivamente de Venezuela, ni de las
colonias
españolas, ni de España; se extendía
por toda Europa, de Oriente a
Poniente, de
Septentrión a Mediodía, caracterizando toda
una época y no
como
exclusivo de una nación
determinada…]
Caracciolo Parra León.
Discurso de
incorporación a la Academia Nacional de la Historia
*Cita
tomada del libro Historia de Venezuela 7mo Grado.
*Autor: Alberto Arias Amaro
Nirgua…
Tierra de Magia
Indice
Tratado de
Coche
San Vicente
MaríaLionza
Miguel
Nirgua…
Tierra de Magia
Como Narrativa:
*Ganadores de 1ra
GRAN EXPLOSIÓN BICENTENARIA–Nirgua–Yaracuy-2010.
*Publicados en
revista Centro-Occidente NIVAR ES YARACUY.
* Publicados por periódicos
NOTICIAS D´MUJERES, LA MANCHA, tiraje nacional.
Como Audio:
*Grabados en la
emisora comunitaria PICACHO 98.5 Fm – Nirgua – Yaracuy 2006
*Transmitidos en La
Librería Mediática RNV 2006
*Transmitidos por las
emisoras: RNV Am y Fm, Arte 97.5 Fm-
Gran Caracas, Picacho 98.5 Fm, Nirgueña 88.3
Fm y La Reina Nirgua – Yaracuy.
*Presentado por
ANMCLA – Yaracuy en Encuentro Nacional de Medios Alternativos
y Comunitarios 2010 como el “Nuevo Modelo de
Hacer Radio”.