Recuerdos de la piel desnuda en la escritura femenina venezolana
La
Metáfora del Cuerpo en la Poética de Maigualida Pérez
Msc. Anaís
Cristina Bonilla Rojas
Instituto
Pedagógico de Barquisimeto
Luis Beltrán
Prieto Figueroa
El erotismo, es dar al cuerpo los prestigios de la
mente.
(Georges Perros).
El
cuerpo enteramente es concebido como zona erógena o también como instrumento de placer, es decir, todo el cuerpo es erotizable. Pero hay zonas en él que se ofrecen de modo
preferente a la erotización: son las que oportunamente Serge Leclaire llama las
puertas del cuerpo. “Lugares del cuerpo donde queda marcado el síncope de una
diferencia, todavía más precisamente, donde pueden encontrarse los términos
entre los cuales se abre el desecho del placer: labios de una boca, pupilas de
un ojo, puntos exquisitamente distintos y sensibles de una epidermis”. Las
zonas erógenas están inscriptas en el cuerpo como cortes, fisuras en las cuales
se abre esa diferencia que es producción, más que del lenguaje, del placer.
En
la obra poética de Maigualida Pérez, caraqueña de nacimiento y yaracuyana por
elección, expresión que denota la autora. Es una conocida poeta, narradora,
productora de radio y promotora de Lectura del Gabinete de Cultura Yaracuy. Se
convierte en una fiel representante del mundo literario a través de sus obras llamadas Declaraciones (2009) y
Confesiones (2014), donde se agudiza y multiplica diversos espacios donde el cuerpo como zona erógena se
expresa mediante un campo de
determinaciones del lenguaje y poder, convirtiéndolo en una obra de arte.
El
cuerpo se presenta dentro de la obra literaria de la autora como estrato
natural que se estructura a partir de una serie de sistemas mezclado en lo que
llamamos la corporeidad, expresado a través de los elementos simbólicos que se
reproduce por medio del cuerpo y el deseo. Desde estos supuestos se puede conjeturar
la expresión del erotismo mediante las manifestaciones culturales femeninas
presentes en la poética:
Pabellón humedecido
En el fragor intenso de la noche
Contentiva de cuatro piernas palpitantes
En el compás de dos cuerpos
Atrapados en un suspiro
Profundo y agonizante.
(Éxtasis Uno, Confesiones; Pérez, 2014:39).
En
el fragmento anterior, se puede observar al cuerpo como un instrumento
metafórico, donde el deseo se hunde en
la pasión o el deleite de otro cuerpo para establecer lo que según Lacan
denomina como el goce, donde se recrea
la corporeidad atrapada en una serie de delirio.
La desnudez cobra un lenguaje diferente, en el momento en que distintas
áreas de la figura humana son tratadas a manera de mapas que cuentan una
historia por si misma, interpretada al antojo del espectador.
Al
utilizar al cuerpo como un medio de la metáfora se transforma en un conjunto de
palabras que engloba muchas características y significados las cuales están
relacionadas con objetos, cosas tangibles e imaginarias; es allí, donde el
hombre al pasar de un estado inconsciente a uno donde la razón domina sus
actos, crea una serie de conductas que lo alejan de su animalidad, el cual se
puede observar en la siguiente cita:
Tus ojos desnudan
Caminos ocultos…
Tus labios perfilan
Senderos temporales.
(Éxtasis seis; Confesiones; Pérez, 2014:44)
Dentro del texto anterior se puede observar como se
ilustran elementos del cuerpo de una
manera inconsciente, creando un ambiente donde alusión y simbolismo del
encuentro se unen.
Por otra parte, en la
propuesta poética de la escritora Maigualida Pérez, recrea como el ser humano desarrolla la sexualidad, de una manera que lo aparte
del animal, transformando el acto sexual en acto erótico, es decir, que deja de
ser un mero hecho de penetración para convertirlo en una exploración de cuerpos
y de sentidos, donde a veces la penetración es un fin ultimo:
Con tu aroma
Toda mi piel
Palpita
Y cada palma acaricia
Territorios escondidos…
Cada una de mis palmas
Exploran caminos
Y un solo temblor
Recorre
Esta geografía inexacta,
Pequeña, erótica
Expectante y erógena…
(Éxtasis Nueve, Confesiones; 2014:47)
Al leer, el recorrido de estos versos nos da
una atmósfera que crea una cadena imaginaria que sale de la mente. Pero se
proyecta a través del cuerpo haciendo que los sentidos conciban un santuario para
saciar una necesidad a través de la inexactitud de los cuerpos, manifestándose
a través las puertas del placer, ilustrando una serie de imágenes que son el
resultado de la inspiración de dos cuerpos que se unen o simplemente se rozan.
Dentro
de esta propuesta poética, la observación de la desnudez provoca en el ser un
mayor deseo y ansiedad por lo carnal, en otras palabras, por poseer un cuerpo.
Este deseo se acrecienta mucho más si se observa en la corporeidad aquellos
detalles que ilustran una
autocomplacencia de ese cuerpo observable:
En tus piernas, el delirio
Que recorre mi pensamiento
Y tus muslos son la imagen
Del deseo en frenesí.
(Éxtasis Trece; Confesiones; Pérez; 2014:53)
El
desnudarse es marca que se representa en forma fundamental de la búsqueda por
la continuidad del placer. Los cuerpos están abiertos en la continuidad por
estos conductos secretos que nos marca hacia la exploración de reconocer
las reacciones a distintos tipos de estímulos en todo el cuerpo, sin dejar de
lado, el mundo de las fantasías y la imaginación. La expresión que
acompaña a este fragmento emana sensaciones desde las fibras tangibles de
la anatomía del cuerpo que de igual
manera, se puede evidenciar en el siguiente fragmento:
Deseo sentir
tu desnudez
En este lecho
Frío a medias
Que se impone cada noche
Desde la separación…
( III, Declaraciones; Pérez,
2009:13)
La primera persona, dentro de este fragmento denota de forma
directa la intimidad ficcional y poética que transfigura lo libido haciendo que el encantamiento del lenguaje frente a los cuerpos
desnudos se unan en un melodía de metáforas. La palabra recobra el cuerpo de los deseos
como el cuerpo recobra a la palabra que se expresan dentro del discurso de los
cuerpos. Estableciendo un vínculo
entre la palabra y el cuerpo, una forma que utiliza la autora para unir la piel
y la poesía por medio de la metáfora que trastoca la esencia de los
objetos para crear uno nuevo, con un significado que es objeto presente en la danza de los cuerpos
El discurso erótico dentro de la Obra Poética de Maigualida Pérez,
describe el amor físico, contemplado y tocado, a veces padecido, a veces
sublimado bajo el deseo de los cuerpos y el significado de las palabras dentro
de su escritura recreando mediante el
lenguaje, lo sublime del encuentro
sexual y el juego que éste contiene, desnudando una magia secreta de nuestro
cerebro donde las palabras, algunas veces, van más allá de lo que expresan,
creando realidades, evocando nombres o cosas y
sentimientos que se sienten en la piel florado en abstracciones o en
significados del mundo que ya conocemos.
A su vez, creando un relieve esencial para sentir el mundo de
otra manera, para trascender lo aparentemente cotidiano y llenarlo de un
significado que sentimos en el cuerpo en una forma emocional inmediata y que
constituye una certeza en la que reconocerse o estimularse se establece como un
medio de satisfacción de la sexualidad.