martes, 1 de septiembre de 2020

LIBÉLULAS DE PAPEL Sep/2020

Libélulas de Papel 
Editorial Giraluna









CANICULARES  (contrapunto)

 IV

Bandos  ahumados contentivos

de gases sicodélicos alternos…

Cuna del Sistema

Estableciendo equilibrio

a los vientos con auroras circundantes…

Puente hacia ninguna parte

Cordel donde pende cada día

en una piedra flexible, memorable…

Marcando el ritmo constante

Se desplaza la tarde en este conteo

de retahíla infinita, palabras y piedras…

Enredo en los recuerdos

Y en la ruta del cortejo

se cruzan los destinos…

Sentada en el agua

Extraviada entre líneas

al compás de mi frecuencia…

Bifurcaciones que se multiplican

Fantasma que espías las paredes

esperando la señal…

Paseando mi elipse

Alterada la bitácora

ahora viene la tormenta…

En vertientes me desplazo 


CANICULARES   (contrapunto)

VI

Fantasmas desatados

pasean territorios olvidados…

                                                                          De puntillas escapan

                                                                          sin tener destinos.

Abiertas fueron las puertas

de sus refugios respectivos…

                                                                    En silencio van tocando,

reconociendo,

demarcando superficies.

Y la mano criminal

con perversión el pistilo empuja…

                                                                   Desorientados ante el espacio abierto

                                                                   en erráticos movimientos.

 

Para dejar escapar olvidadas entidades

 

                                                           Provocando estados desafinados

Y la articulación que acciona el martillo

inocente es de su delito

pero desata los siete sellos…

                                                          Lagrimas en permanente goteo

un pañuelo de consuelo

 

Que resguardan una entidad en silencio…


CANICULARES

VII

En dos vertientes me desplazo entre lo cotidiano y desconocido.

En busca de otra frontera, en total desesperación

como el que da el último suspiro en la mar picada.

 

El oleaje pasea mi cerebro no dando chance a un auxilio…

No hay oportunidad para desatar nudos.

Nudos que ahogan cerebro y pecho.

 

En dos vertientes me desplazo.


  CANICULARES

VIII

Calima, cortina grisácea que arropa  mi ciudad

y oculta el cerro que limita la pobreza

y se posa sobre los techos pareciendo hilos canosos

que adjudican data a cada vivienda

y viene la brisa en corrientes encrespadas que se la lleva

dejando mechones suaves que acarician la vista.

 

Fragancia a polímeros es la huella que nos marca

y cada hálito en nuestro interior desplaza en cascadas

una hoja afilada en la memoria.




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