GLOSARIO EN CADENA DE ORO
Guillermo González Cocorote
Agosto 30 – 2011
Aquellos años 70
memorables por su esencia
donde la clase opulenta
causaba gran conmoción
en mi juvenil conciencia.
Por destino o conveniencia
y dejándome dirigir
por la voz de los caminos
le dije adiós a Valencia
y llegué aquí, a Yaracuy
tierra fértil y exquisita
tocada por el misterio
de la divina providencia.
Me quedé, y tras los años
fui descubriendo milagros
de talentos y virtudes
enclaustrados en tanta gente
llenas de esperanza y sueños.
Quise hacer una cadena
con eslabones de oro
y cada uno de ellos
en sentido figurado
significase esa gente
que para mí son un tesoro.
Lo primero que adquirí
fue un poemario hermoso
lleno de hojarasca y flora
de un poeta talentoso,
de los tiempos adalid.
40 nocturnos y una sinfonía,
el nombre de su autor dejé
para comenzar así
mi trabajo de orfebrería.
Tejí el primer eslabón
con el gran: Rafael Zárraga
y a lo largo del tiempo
fui adquiriendo nuevas piezas.
Esta cadena de oro
de personajes ilustres
tiene hombres y mujeres
que por su candil relucen.
sigo emparando los nombres
que al primero le siguen
y anexo por lo profundo
a Elisio Giménez Sierra.
Pero siguen en secuencia
Por su agradable elocuencia
Don Manuel Rodríguez Cárdenas
Y Fermín Abdón Ramírez.
Continuó con mi agudeza
Dando forma a mi cadena
Y con agradable sorpresa
Veo en cada eslabón su gema.
En Cocorote por ejemplo
su emporio se atorbellina
brindándome con orgullo
la flor del pollo medina.
Mi oro no se termina
y doquier veo lingotes
así que el fuego
sigue trabajando duro.
Quizás de los que se han ido
hay una lista infinita
pero por razones obvias
traeré a mi mesa de orfebre
los hombres de los que viven
y que por lógica unánime
forman parte del glosario.
Acaricio entre mis dedos
dos baluartes de poetas serios
tepuyes de verso y prosa
romanceros de viento y proa
David Figueroa González
y el gran: David Figueroa Figueroa
Rápido y de un solo golpe
vierto más oro en el fuego
a este un nombre le agrego
el de Linda Cristina López.
No es por casualidad
ni lo botó la cigüeña
pero traje un saco lleno
de nombres preciosos
de grandes poetas nirgüeñas
y como la academia militar
se honra en una graduación
de alférez
honro mi cadena histórica
y nombro a Maigualida Pérez.
De verso y pluma sonora
Recio ingenio recolector de pasados
Nada menos que el poeta Eliseo Mora
Quien deslumbra cual trofeos bien ganados.
No en vano está entre nosotros
y hacemos equipo con él,
dramaturgo a granel también
en la actuación rey;
colaborador sencillo: poeta
Alexis Morey.
Amigos de lazo fuerte
de contagiante jolgorio
uno es Radamés Laerte
y el otro su majestad Yonny Osorio.
Mi cadena es un fardo
pero ocupa espacios grandes
porque incluye nombres célebres
como el de: Jairo Brijaldo
Del río Taría cantor
líder entre paladines
de su pueblo un defensor
poeta: Jhonathan Martínez
Veroes no se me afloja
en la igualdad de su flota
su verso en libros explota
como el tambor: Dixson Rojas.
De Cocorote son flores
como la dalia y la orquídea
mujeres que por su idea
nos alivian los dolores.
Norge, Raquel y Adilcia
Brito, Zárraga y Alvarado
con ellas hemos ganado
un gran sitial en delicia.
Hermano a tiempo completo,
espadachín de soneto:
jugador de la palabra
y en ellas echándose el resto:
poeta Manuel Barreto.
Estrellas que se rebelan a la luz
sus bellezas son la poesía en empaques
en sus versos empollan fulgores de juventud
son Emperatriz Freitez y Soledad Vázquez.
Siento que muchos me faltan
en esta cadena armada
por razones de memoria atrapada
o porque aún sus nombres no resaltan.
Lo cierto es que aquí la cierro
pero no olvido por nada
que todo poeta va saliendo de su encierro
cuando descubre que su verso es una espada.
Ya he hecho mi cadena
como todo buen orfebre
la guardaré en ese cofre
donde se adorna la gloria.
O quizás la venderé y me haré rico
porque ya le puso precio
quien ya es su dueña y pico:
La Historia.
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